Ruta de los Palacios y las Casas Civiles
Aquí voy a mostraros algunos de los palacios que Ávila conserva tanto dentro como fuera de la Muralla.
Iniciaremos el recorrido por los dos que se encuentran fuera de Muralla y el que ahora está ocupado por la oficina de Turismo (así podrás aprovechar y hacerte con un plano e información complementaria).
El primer palacio que nos encontramos es el Palacio de los Deanes, que fue fundado por los hermanos Cristóbal y Juan Vázquez de Medina y que actualmente alberga al Museo Provincial, tiene horario de mañana y tarde de martes a sábado, y los domingos solo de mañana, y si vienes a verlo en fin de semana, la entrada es gratuita; a unos cuantos pasos, nos encontramos con el segundo, el Palacio de Los Serranos, donde podrás encontrar exposiciones temporales en horario de tarde de lunes a viernes y de mañana y tarde los fines de semana; y por último si, subimos una cuesta de mínima inclinación, nos encontraremos con la Casa de las Carnicerías o del Peso de la Harina, adosada a la muralla entre dos de sus cubos, inicialmente destinada a local público para venta, compra y depósito de vino, pero que pasó a ser carnicería de la ciudad sin saber muy bien el motivo.
En esta última puedes aprovechar a subir a la Muralla, pues es una de las tres subidas que hay en la actualidad.
Si por ahora no te has cansado, podemos seguir y atravesar el Arco del Peso de la Harina, a través del que llegaremos al Palacio del Rey Niño, en el que según las crónicas, instalaron a Alfonso XI para su protección, hasta el nombramiento de un tutor regente. Se trata del antiguo Palacio Episcopal, y en la actualidad alberga a la Oficina de Correos, a la Biblioteca Pública y al Episcopio, que se utiliza como sala de exposiciones y conferencias (vamos, que de pequeño no tiene nada).
Junto a este palacio, se encuentra la Mansión de los Velada, y si miramos hacia un lado, nos encontraremos con el Palacio de los Valderrábanos, ambos convertidos hoy en hoteles y que en sus tiempos el primero albergó al Emperador Carlos I, la Emperatriz Isabel y su hijo, Felipe II, y del segundo, queda el bajorrelieve colocado sobre su puerta.
Si continuamos por la calle que se encuentra junto a la Mansión de los Velada, en menos de dos minutos nos encontraremos frente a Palacio de Sofraga o de Don Diego del Águila, donde en 1151 residieron las monjas clarisas, mientras se llevaba a cabo la construcción del convento de las Gordillas, y al Palacio de Don Miguel del Águila, cuyo posible futuro sea el Centro de Gestión de Depósitos del Museo Nacional del Prado.
Frente a ellos, nos encontramos con el Palacio de los Verdugo, o Casa de Don Suero del Águila, en cuya entrada conserva un verraco y que actualmente alberga el Archivo Histórico Municipal, que se encuentra abierto tanto a turistas como a investigadores.
Si andamos un poquito más, llegaremos al Palacio de los Bracamonte, en cuyo interior encontraremos algunas dependencias de la Junta de Castilla y León.
Como ya es momento de descansar un poco, si lo que nos apetece ahora es comer, tendremos que dar unos pasos atrás para llegar a La Alcazaba y a la Hospedería de Bracamonte, donde podremos tomar una buena comida, mientras que si lo que queremos es comer de pinchos, nos tocara caminar un poquito más (no más de minuto y medio, según el paso que llevemos), y llegaremos a la Plaza del Chico o del Ayuntamiento, donde encontraremos, entre otros, el Mesó Gredos y la Casa Guillermo, ambos con una oferta de pinchos de chuparse los dedos.
Una vez repuestos, continuaremos con la visita (ya queda poco). La siguiente parada es el Palacio de Benavites, o Parador Nacional Raimundo de Borgoña, que antes de ser parador, fue cuartel de la Guardia Civil. Ahora, toca caminar un poquito para llegar a la siguiente parada, el Palacio Polentinos o de Contreras, que fue durante un tiempo sede del Ayuntamiento hasta que fue ubicado en su situación actual, pasando posteriormente a ser sede de la Academia Militar de Intendencia durante más de cien años y acabar como Archivo General Militar.
Rodeando este palacio, y caminando un poquito más, llegamos al Palacio de Núñez Vela, Academia de Caballería e Infantería en el siglo XVIII, y actual sede de la Audiencia Provincial. A medio minuto, nos encontramos con el Palacio de Almarza o Casa de Juan Vázquez Renjifo, ocupado desde hacer bastantes por el convento de las Siervas de María; junto a este, está el Palacio de los Superunda, o de los Caprotti, o del Regidor Ochoa Aguirre, que fue adquirido por el Ayuntamiento de Ávila, y en un futuro nos ofrecerá las obras del pintor italiano Guido Caprotti, junto a otras que formen parte del patrimonio cultural de Ávila.
Si cruzamos la carretera, estaremos junto al Torreón de los Guzmanes, o de los Muxica, Oñate o Casa de Crescente, sede actual de la Diputación Provincial, en cuyo interior podemos encontrar la exposición “Vettonia: Cultura y Naturales”. En 1878 tuvo de huésped a Alfonso XII y Enrique Larreta, utilizó al palacio como la vivienda del protagonista de su obra La gloria de Don Ramiro.
Un poco más arriba, nos encontramos con el Palacio de los Dávila, en una de cuyas ventanas puede leerse la leyenda Donde una puerta se cierra, otra se abre, y que posee un mirador desde el que, según la leyenda, una dama se comunicaba con su amado mediante el juego de los espejos.
Por último, si rodeamos este edificio, y caminamos otro minuto, llegaremos al Palacio de Navamorcuende, actual iglesia de San Ignacio de Loyola, además de Palacio Episcopal (donde los obispos de Ávila ponen su residencia), que fue obtenido por el obispado, a través de una permuta por el Antiguo Palacio Episcopal (actual Correos, Biblioteca Pública y Episcopio).
Espero que la visita os haya resultado productiva (vamos, que halláis hecho muchas fotos para el recuerdo) y en la sección Planos, podéis encontrar los itinerarios que se han seguido, pero que naturalmente, podéis cambiar a vuestra elección.
Bueno, ahora es tiempo de descansar, o si continuáis con ganas, terminar la tarde por los bares del Mercado Chico.